Los seguros del alquiler se han convertido en las herramientas más eficaces de garantía del alquiler y están reemplazando a los habituales avales bancarios. En concreto, el 17% de los alquileres con garantías que se realizan en España ya se hacen con seguros de impago, desde su reciente comercialización hace poco más de un año. Un porcentaje en fuerte crecimiento y que superará a los que recurren a los habituales avales bancarios, por las dificultades del sistema financiero al dar los avales.
El seguro evita al inquilino tener que acreditar al banco importantes cantidades. Por ejemplo, para un alquiler de 700 euros el inquilino o un avalista debe consignar en el banco el importe equivalente al alquiler de seis meses de media, es decir, 4.200 euros. Además de pagar la consiguiente comisión de formalización por la operación y, en algunos casos, también trimestrales. Mientras que en el caso de los seguros, el desembolso es de una media de menos de 250 euros al año.
Compañías como Mapfre, Ocaso o Arag han diseñado nuevos productos de seguros que garantizan a los propietarios el cobro del alquiler y que ofrecen, incluso, cobertura por los desperfectos que pudieran causar los inquilinos y asistencia jurídica y legal.
La previsión es que los alquileres con seguro de impago en nuestro país alcancen la media europea de los países con más arrendamiento. Los seguros además de bajar la morosidad de los alquileres también están retrasando el inicio del impago en las rentas.