La ordenación prevé dejar siempre un espacio mínimo de paso de 4,5 metros para los peatones
Las terrazas de la Diagonal solo podrán tener una hilera de mesas
El máximo previsto será de 167 mesas entre Francesc Macià y el Paseo de Gracia.
Las aceras ampliadas en el tramo recién reformado de la avenida Diagonal de Barcelona podrán ubicar terrazas y veladores hasta un máximo de 167 mesas, alineadas en una sola fila y dejando siempre un espacio mínimo de paso de 4,5 metros a partir de las fachadas de los edificios.
La propuesta prevé autorizar terrazas en las aceras ampliadas de 7 metros, pero marca limitaciones, de manera que en cada tramo entre calles no se superen las 12 mesas. Las terrazas, en su conjunto, no llegarían a ocupar el 2% del espacio de las aceras y esquinas de este tramo de la Diagonal, de unos 1.300 metros entre las plazas de Joan Carles I y de Francesc Macià.
La intención es que las mesas y sillas de las terrazas mantengan un diseño similar a lo largo de la avenida dentro de un mismo tramo entre calles. Cada terraza se concretará con módulos de 1,80 por 1,80 metros, a una sola hilera de mesas, con agrupaciones de un mínimo de dos módulos y un máximo de seis.
Actualmente, ya hay terrazas de bares y cafeterías en la Diagonal, pero limitada a esquinas con otras calles, donde el espacio es más amplio. Estos veladores suman 32 mesas. Con la reforma y el ensanchamiento de aceras se hace posible la instalación de mesas y sillas en las aceras. Eso sí, no se admitirá la colocación de jardineras ni mamparas, vetándose incluso la instalación de sombrillas donde hay edificios catalogados B como las Casas del Almirall que se encuentran en la monumental manzana entre Muntaner, Aribau y Londres. La instalación de terrazas en estos enclaves deberá contar con un informe favorable de Patrimonio Arquitectónico y no se podrán instalar parasoles.
Las medidas, han provocado un conflicto de intereses entre restauradores, comerciantes de la asociación Diagonal Centre y el ayuntamiento. A su vez algunos grupos de la oposición municipal criticaron que con esta regulación las nuevas aceras de siete metros de ancho no seguirán los objetivos de la reforma urbanística que hasta hoy ha priorizado a los viandantes.